Disculpe, tata.
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Sportsman 2 - 0 Puente Molina
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Sportsman 2 - 0 Puente Molina
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Lo dijimos. No descubríamos nada. Cuando la cosa se pone seria, el Rojo muestra su jerarquía.
Arrancaron las semifinales y Sportsman recibió al entonado Puente Molina, reeditando la final del Clausura `09, donde el Rojo obtuvo el bicampeonato.
Llegó el domingo y se jugaba el partido de ida. El antecedente más próximo era el partido de la fase regular, donde el equipo de Paso Piedras se había llevado el triunfo.
Tarde cálida, intercalaba sol y nubes, y un buen marco de público, que comenzó a darle color al estadio de la San Martín y Tello, donde los veteranos y la Cuarta se sirvieron de entrada para el plato principal.
Eran las 16:15 hs. y salían a la cancha los 11 del "trucha" Espíndola: Isasmendi, "tapita" López, Filippi, Mendoza y Oyarzo; Colguan, Freidoz, Crespo y Soto; Silisqui y Giretti.
Muchas caras conocidas, no te parece? Es que, entre experimentados y pibitos, estos soldados ya han tenido sus batallas. Y Espíndola lo sabía, porque los conoce. Y la gente del Rojo confiaba a full en este equipo.
Pitazo de Arzarello y principio del juego.
Sportsman, como era de esperarse siendo local, se adueñó de la pelota. Mucho toque en el medio e intentos de elaborar buenas jugadas, respetando al siempre peligroso Puente, que tiene jugadores muy rápidos y mostraba claramente un planteo defensivo con la intención de jugar de contra.
A los 5 minutos, el primer acercamiento serio para el Rojo llega con una desinteligencia de la defensa local: un tiro libre de Oyarzo en forma de centro desde la izquierda, que nadie cabecea, le pica antes al arqueo y casi lo cuelga; a los ´15 un remate de Soto, obliga a Carrera a enviarla al corner, lo mismo que otro remate del "piojo" Colguan a los ´18.
Instantáneamente, el tata saca un contragolpe con Caffe, que corre unos 40 mts. y remata por encima del arquero Rojo, y se va un metro arriba del travesaño.
Sportsman seguía teniendo la pelota, pero no complicaba. Es así que la siguiente acción de peligro es a los ´30 para Puente Molina, otra vez en los pies de Caffe, que remata desviado.
A los ´33, el Rojo retoma la iniciativa con un tiro libre en la puerta del área que Diego Soto envía arriba del travesaño, y el mismo 10 (el mejor de la primera parte) busca el desquite 3 minutos después con otro remate que pasa cerca del arco.
El dominio de la pelota, muy bien tratada por todo el medio campo, no hacía mella en la defensa visitante, que se mostraba compacta y muy segura, junto al arquero que tenía, hasta el momento, una buena tarde.
La gente no se impacientaba. Se notaba la tranquilidad en sus rostros. Pero claro, son hinchas de Sportsman. Y querían gritar un par de goles. Habían ido a la cancha a ver al Rojo ganar. Así de simple.
Y yo te confieso una cosa. El Rojo rara vez defrauda.
El Segundo Tiempo, muy parecido al primero, mostraba la misma disposición táctica de parte de los dos adversarios. Con la diferencia de que, tarde o temprano, el que amasa come pan. Esto se vio claramente en el hecho de que Puente ya no se defendía solamente quitando la pelota, sino que regalaba al espectáculo alguna patadita y otro tanto de empujón. El árbitro, que no incidió en el resultado del partido, tuvo sin embargo algo de complicidad con la situación, al castigar a los jugadores de Sportsman con tarjetas cuando protestaban justamente que ante las faltas de los visitantes no sacaba tarjetas.
El primer intento, entre tanto poco juego, lo tuvo Correa para Puente Molina, con un remate sobre el arco que da al río, que se va al lado del palo a los ´11.
La cosa no cambiaba y el DT movió el banco. A los 14`minutos, manda a la cancha a los "bepis". Rudy Muñoz reemplaza a Franquito Giretti, y el "topo" Cristian Laurín entra por el "negro" Crespo. El equipo gana en volúmen de juego. Esto empieza a plasmarse en el desarrollo del partido. A los ´17, el "nene" Silisqui, el que más intentaba en el ataque local, saca un lindo remate que contiene el arquero Carrera. 5 minutos después, Soto se la entrega al ingresado Muñoz, quien la tira por arriba del arco. La diferencia empezaba a notarse más.
Y tanto tanto amasó el panadero de Choele Choel, que a los ´24 sacó del horno el primer bizcochito: Silsiqui se eleva dentro del área tras un centro desde la izquierda y conecta un cabezazo recto y hacia abajo, al palo izquierdo del arquero, que transforma el silencio de las almas sin descanso dominguero en en un solo grito endemoniado de gol.
Por fin carajo!!! Por fin! 1 a 0!!!
Pero a Puente le seguía conviniendo el resultado. Y no lo fue a buscar. Lo que significó que Sportsman no podía usar el contragolpe porque el "tata" no salía de la mitad de la cancha.
El problema con el Rojo es que es EL Rojo. Y no descansa. El equipo no descansa y va. Y va. Y sigue yendo. Porque así le enseñaron de chiquito: "vaya al frente, niño!". Y lo que aprendés de pibe, no te lo olvidás. Aprendés a ser grande de chiquito.
9 minutos después, como si nada hubiera pasado en el medio, resulta que llegó el segundo. 33 minutos marcaba mi relog. Tiro libre para Sportsman al borde del área. Cristian Laurín se para frente al balón, a tres pasos de él, con una pose conocida, como de publicidad de botines, mirando al arquero como si fuera el mismísimo diablo a punto de escupir fuego.
La gente miraba el arco. Pitazo habilitador del referí y el esperado disparo a los tres palos se convierte en un exquisito centro corto y de frente para el Señor de la defensa, convertido ahora en Señor de las alturas: Filippi conecta otro mortífero cabezazo cruzado, que se ubica en el palo derecho de Puente Molina. Ná!
Nó te puó esplicar lo que gritámo! 2 a 0, vieja!
Todo empezaba tener un sabormás parecido a la justicia. El Rojo lo ganaba bien. Lo había demostrado durante todo el partido teniendo la pelota, y lo confirmaba ahora.
Pudo haber ido por más? Puede ser. Pero 2 a 0 está bien. Es un buen pronóstico para este equipo que sigue en ascenso.
A los ´38, el jugador más pegador y cochino de toda la cancha, el grillo Grizi, acostumbrado por su pasado a pegarle a todo aquello que se mueve, tuvo su merecido y dejó la cancha tras un patadón.
Con un jugador más pero con poco tiempo, Sportsman tuvo una oportunidad más. Corrían los ´40 y Silisqui, más a gusto en el segundo tiempo, se cuela en el área y envía un rastrón desde la izquierda al área chica que alcanza a salvar Moriones, el capitan del "tata".
El resto no importa.
Se fueron los primeros ´90 y quedan nada más y nada menos que otros ´90, esta vez en Paso Piedras.
El equipo está para campeonar otra vez. Creéme. Te lo digo yo. Palabra de 970.
Nos vemos en lo de "tata". Quizá le faltamos el respeto otra vez.
Me olvidaba: en la otra semi, Beltrán perdió 1 a 0 de local!!!
Sobran las palabras.
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